UNA PERSONA EXTRAORDINARIA
Quiero que sepas, que no voy a hablar de mí en esta parte del blog. 😛
Quiero que conozcas la historia de cómo conocí mi mejor compañero y el mejor asesor del mundo.
1. UN DÍA PARA CASI OLVIDAR
Un día para olvidar, fue desde el principio hasta casi el final. Cuando ya faltaban un par de horas para terminar mi jornada laboral, decidí parar y hacer mi descanso a la una de la tarde. ¡No había parado!, no conseguía entender como los mandos superiores de mi empresa, no se daban cuenta de que no era humano trabajar cara al público, dónde pasaban por delante de recepción una media de 2000 personas al día, y estando por debajo de presupuesto en personal para mi departamento. Estaba muy cabreado, no soportaba ni una pregunta más, ni una broma, ni un comentario, estaba saturado.
Cogí mi tabaco de liar, vicio que ya me he quitado, y me lié un cigarro sentado en un banco del parque con vistas al mar. Ofuscado en mis agobios, no me dí cuenta de que alguien me observaba desde el banco de en frente. Había un hombrecillo que me sonreía. Jamás había visto una sonrisa con tanta vida, la cara muy sucia, los pelos largos y canosos recogidos con una cola, un vagabundo. Pero me miraba y se reía, me hacía un gesto con los brazos en paralelo, con un movimiento de abajo hacia arriba, –¡Respira!– Me decía, mientras ponía sus harapos grisáceos y calcetines rotos en el banco al sol, a secar. Tenía el banco cual tendedero, cogió litro de cerveza y se tumbó a la sombra de un árbol mientras su ropa tomaba el sol, y mientras yo sin darme cuenta solté lastre y me tranquilicé bastante. Me gustó mucho la manera de tranquilizarme con su gesto.
Terminé mi cigarro, y me apoyé en el banco, respiré hondo, disfruté un segundo más de mi mar y me levanté para seguir trabajando. Pasé por su lado y él tendido, me seguía mirando por debajo de la gorra. Me paré y le ofrecí un cigarro. A lo cual me respondió con un acento muy extranjero.- Mi gran amigo, la vida se acabará como termina la noche o el día y sin avisar, para qué la vamos a acelerar más. ¡Suerte con aquello que estés haciendo, mucha suerte!
Gracias- le respondí. Y me fui.
2. EL DÍA DEL PLÁTANO Y LA CERVEZA.
UNA BUENA CONVERSACIÓN BAJO LAS PALMERAS, SOBRE EL CÉSPED Y FRENTE AL MAR.
Pues bien, esa semana tenía turno partido en el trabajo, “como buen español“, y como siempre me buscaba un poco de paz de 2 a 5, después de atender a cuatrocientas mil personas, para darse de alta, darse de baja o para alguna sugerencia entre otras cosas. Era mi tiempo de almuerzo y descanso hasta entrar en el turno de la tarde.
Aquí hago un inciso, en Málaga darse de alta es, “vengo papuntarme”, darse de baja es , “vengo pa borrarme”, y las sugerencias son preguntillas.
Pues bien, ese Lunes de Enero, hacía en Málaga un día precioso. El cielo claro y azul como el Cristal de Murano, y el sol calentaba justa y precisamente como el cuerpo te lo pedía, en fin, un día para disfrutarlo al aire libre. Cogí mi toalla, mi super-tupper de tortilla con pimientos, mi cervecita, y mi plátano. Y me fui muy dispuesto a mi sitio estratégico en la playa. ¡Cuál sorpresa fue la mía!, llegando al sitio clave veo que está allí el vagabundo del otro día. Ya tenía yo ganas de hablar con este hombre, pero tampoco quería molestar a nadie. Allí estaba tumbado a sus anchas, disfrutando de la sombra de las palmeras y la tranquilidad de la playa en invierno.
¡Mi Gran Amigo, bienvenido!– me dijo, con ese acento tan suyo. Yo me preguntaba de dónde era este hombre con ese acento tan de ninguna parte.
Buenas tardes hombre, voy a sentarme por aquí para comer y descansar un poquito, y me contestó-¡mejor ponte por aquí, Gran Amigo!, y tenía razón en cinco minutos vinieron dos mil gaviotas y se posaron justo donde yo me iba a sentar. !Cosa más rara!- pensé, estuve a punto de preguntarle, ¡cómo sabía eso!, pero me lo guarde.
Ese hombre era vagabundo y me producía un profundo respeto. Y simplemente había hablado conmigo dos veces. Normalmente por Málaga, los vagabundos, están muy maltrechos, son serios y casi siempre están borrachos. Pero este me causaba muchísima curiosidad por él, por su vida, por su familia. No era el momento. Yo tenía que almorzar y relajarme un rato porque luego tenía cuatro horas más en el trabajo, muy graciosas.
Las dueñas de la playa
Saqué mi super-tupper de los tesoros, y me puse a comer. Partí la tortilla en dos y le ofrecí a aquel hombre, y aproveché para preguntarle cómo se llamaba. La respuesta que me encontré fue, que hacía mucho tiempo que nadie lo llamaba de ninguna manera, ya era tarde, ya se le había olvidado. Y yo ni corto ni perezoso, le dije que le llamaría SEDA, y le expliqué que era un personaje de una pentalogía que me encantó, “Crónicas de Belgarath” y “Cronicas de Mallorea“. Un personaje que era príncipe de un reino, y muy rico. Pero él no quería saber nada de títulos, él se dedicaba al mercadeo y a sacar siempre partido de los negocios. Engañando por supuesto a todos, y buscado en muchos mercados por sus homólogos. Adicto a las mujeres, a las cartas, cualquier vicio que puedas imaginar y a la amistad.
Me pareció un buen nombre, y el sin pensarlo me dijo- Me va como anillo al dedo, mi Gran Amigo. ¿Acaso has leído el diario que nunca tuve tiempo de escribir?.
Eso ya me dejo patidifuso. Pero bueno, me dio las gracias por la tortilla, pero dijo que él ya traía su menú, que coincidía con parte del mío. Y se sacó de los mugrientos bolsillos, una cerveza caliente y un plátano bastante maduro ya. Le comenté que podía complementar la dieta con mi tortilla. Y me dijo:
– Mi Gran Amigo, no hay dieta más completa que un plátano y una cerveza. Y además como estoy resfriado, no hay nada mejor que la cerveza caliente. El plátano tiene micronutrientes importante para el organismo, el potasio, el magnesio y las vitaminas del complejo B, carotenos. Me sacia porque tiene hidratos acompañados de fibra y agua. Me ayuda a mantenerme en forma y no engorda, me mantiene alegre por su contenido en triptófano y me ayuda a conciliar el sueño. Además me favorece la digestión cuando voy a celebraciones y me pongo hasta arriba, ja ja ja ja, soltó una gran carcajada. Y por si fuera poco, voy al servicio que da gusto. ¿Y qué me dices de la cerveza?
La cerveza previene la aparición de células cancerosas, mejora la memoria, a ver si me acuerdo de mi nombre, y mejora la concentración, evita la pérdida de masa ósea y, caliente descongestiona la nariz y mejora la circulación sanguínea y además….(hizo una pausa, abrió la botella de cerveza, le dio un buen trago, me miró), ayuda a no envejecer. ¿Es que no se me nota?. – y soltó otra gran carcajada. A lo cual yo le respondí:
– Lo que tu digas, pero la tortilla de papas de mi Elena, es un manjar de los dioses. Te la metes en la boca y empiezas a volar de tal manera, que parece que nunca más volverás a aterrizar en este mundo, y cuando llega al estómago, ¡oooohhhh!, que maravilla, esperas un poco y le metes un apretón a la cerveza, y ¡por dios!, que en tu vida te sentirás mejor.
Se quedó mirándome, pensativo, y en voz baja me dijo: –Dame ahora mismo, un trozo de esa esa tortilla de tu Elena, mi Gran Amigo,- alargando el brazo. Se la comió sin respirar, bebió cerveza y de su boca salió algo así como, “Mmmmmmmguadenmorteeeeennnn”!!, más o menos. Me miro y me dijo:- Adoro la tortilla de tu Elena, Gran amigo. Se tumbó y se durmió con una sonrisa de oreja a oreja.
Se terminó mi descanso, le dejé un trozo más a su lado en mi super-tupper. Y me fui.
3. LA CARA Y LA CRUZ DE LA MONEDA.
Pasó mucho tiempo antes de volver a verlo. En realidad, fui a aquel sitio varias veces más, no es el único sitio estratégico que tengo, por supuesto, uno de ellos es el Mesón los Pérez, que cuando no hemos tenido tiempo de preparar comida para el otro día, pues allí estoy. Antes era un mesón con especialidad de carnes a la brasa, no estaba mal. Pero desde que cambiaron la estrategia y ahora ponen tapitas delicatessen, voy más. Yo ya los conocía porque hace años monté una Agencia de Viajes en plena Avda. Moliere, dos locales antes del de Los Perez, Cascabel Viajes, el nombre molaba, pero no fue como pensábamos. Y gracias a mi hermana Vanessa que me dijo un día. – Tete vamos a comer a los Pérez que han cambiado por completo y te va a gustar. Me gustó.
¿Qué tal estaría aquel hombre?. No sabía por dónde andaría. ¿Le habría pasado algo?.
Pues yo estaba tomándome mi café solo con hielo, (he de decir que soy adicto al café y al chocolate, y no me da vergüenza decirlo), apareció por detrás de mí, con el súper-tupper en la mano.
- Muchas gracias, mi Gran Amigo, dile a tu Elena que necesito comer más tortilla mágica, ¡díselo!. Y tal cual, empezó a alejarse. Y lo llamé: ¡Seda!, se volvió y me respondió: ¿Qué?. -Siéntate y tomamos un café, acompáñame por favor. Y me respondió: ¡Claro, mi Gran Amigo?.
Después de tantos días sin verlo, y otros tantos pensando en aquel hombre, de dónde sería, qué le había pasado en su vida para llegar a estar así, dónde estaba su familia…, etc. Aproveché y fui al grano. -Oye, Seda ¿de dónde eres tú?, ¿y tu familia?, ¿qué edad tienes?-, y me cortó con un: ¡Ohhhhhh mi Gran Amigo!, ¡para!,¡para!, ¡Stop!. ¿Eres periodista?, ¿no esperas siquiera que me traigan el café?. Se levantó y me hizo una reverencia, diciendo: – Mi Gran Amigo, yo soy de Suecia y tengo más años que la luz del Sol. Y como veo que te estás preguntando muchas cosas de mí, cosa que me extraña, me voy a presentar.Mi nombre es Seda gracias a ti, y llevo mi casa conmigo.
Mis maletas pesan muy poco, y las relleno con paz, armonía y alegría, para todas las personas y para mí también por supuesto. Quiero decirte que mi vida no ha sido fácil en absoluto, pero no me quejo. Yo era un gran empresario, gerente de una gran multinacional que hay en Suecia, que si eres un poco listo sabrás cuál es. Mi vida era pura velocidad, pura hacer mil cosas a la vez para que me diera tiempo luego, a hacer mil más. Corría y corría siempre, y no paraba nunca.
Los escasos abrazos que les daba a mis hijos, los besos que le daba a mi amada esposa, y los ratos con mi familia eran inexistentes. Y aún así ellos me querían, ellos me amaban y me esperaban todas las noches para cenar. Había noches que llegaba pronto y otras que no era posible. ¡Eso sí!, el nivel económico era impresionante. Mis hijos estudiaban en las mejores Universidades de Estados Unidos e Inglaterra.
Los campamentos de los pequeños los más caros y con los profesores políglotas y por supuesto con carreras. En mi casa teníamos mayordomo, ayudante del mayordomo y hasta chofer del ayudante del mayordomo. Mi coche era un avión y el de mi esposa no era menos. Mi casa era una gran mansión, en mitad de una de las islas de Estocolmo, que por supuesto era mía, con 23 habitaciones y 10 cuartos de baño. Mi piscina era más grande que las piscinas olímpicas, y mis caballos los más cotizados del país.
¿Quién pensaría que yo era un infeliz?, Solo mi familia. De portones para afuera, eramos muy felices, la familia idílica, y la envidia de la plebe. Pero el Universo ya me había avisado varias veces, de que el tren de vida que llevaba no era bueno. Que debía parar. Tumbarme en el fino césped y escuchar a la Sabia Tierra.
Pero yo no quise escuchar. Y un mal día me dio un ataque al corazón, que si tardan diez minutos más en llegar los médicos a mi mansión, no estoy aquí. Eso sí, dinero para medicinas y los tratamientos más avanzados sí que los tenía. Me recuperé relativamente pronto, y seguí con mi gran nivel de vida y grandes carreras.
Yo me veía reflejado en el estrés que me estaba describiendo, en ese ir y venir, inmerso en esa gran bola gigante que va rodando que no nos deja salir, porque no nos paramos a pensar, llamada Monotonía. En el nivel de vida, no me veía reflejado, quede claro. Suecia es Suecia y el menos pintado gana lo que se llama un sueldo digno. Aquí en España, va a ser que no.
Cogió la taza de café, con los ojos húmedos, pero con una gran sonrisa en su cara. Una expresión un tanto rara. Dio un par de sorbos bien grandes. Y dijo- El café caliente, mmmmm. El café caliente. ¿por dónde iba?.
Málaga es una ciudad que siempre me apasionó. La visité una vez por reunión de negocios en Marbella. Unos asuntos un poco turbios. Nos negamos a trabajar con ellos, no terminaba de cuadrarnos a la compañía, lo que nos estaban ofreciendo. Un sueco es legal por naturaleza. Como buenos vikingos que somos. Los españoles no sois vikingos ¿eh?. Me encantó Málaga.
Mi esposa y yo teníamos planeado ir con toda la familia de viaje hacia España, coger la auto-caravana, (de las cuatro que teníamos la más grande, en la que podían caber sin problemas, tres familias), y conducir hasta Málaga, mi familia tenía que conocer Málaga. Y ¡ay!,mi Gran Amigo,de camino hacia aquí cerca de los Pirineos Franceses, discutíamos mi esposa y yo, por algo que ni me acuerdo, y tuvimos un accidente por un despiste mío. Justo en ese preciso instante, dejé de tener familia, y por mi culpa. Mi esposa aguantó un poco más, y estas fueron sus últimas palabras:
¡Sé feliz, como cuando nos conocimos!, ¡si es así estaré siempre contigo!. Te quiero y te querré.
Y dejó de hablar. Quedó pensativo diez minutos, se levantó, me dio un abrazo y se sentó, diciéndome: –Y ahora soy feliz, aquí en Málaga. Y ahora siento como me da mi mujer, todos los días, los besos y los abrazos que nunca le di. Tranquilos y con energía. La quiero muchísimo. Ella es la que me ayuda a sobrellevar la falta de mis hijos, y los tirones de orejas que me da la conciencia, minuto sí y minuto también. ¡Y ese soy yo!, y aquí estoy mi Gran Amigo.
Lo vendí todo, lo doné todo y me vine con lo puesto, día a día por las carreteras, y la bondad de las personas que me recogían en un sitio, y me dejaban en otro. Ahora, mi gran amigo, soltando todo el lastre que nos amarramos a la espalda, ese tren de vida que nos inventamos para ser felices, soltando todo eso…, ahora soy feliz!
No sabía que decir. Pero supe que a partir de ese momento, era verdad, iba a ser su Gran Amigo. Desde entonces, nos vemos muchísimo, me aconseja muchísimo. Es un hombre muy viejo y muy sabio. Ha estado en las dos partes de la moneda. La Cara, y la Cruz. Ha viajado por todo el mundo, sin tener dinero. Ha convivido con personas que ni me imaginaba. ¡Y ha conocido a Jimi Hendrix!.
Yo me he convertido en su Gran Amigo, y él se ha ganado mi corazón, regalándome historias, consejos, muchos consejos y me ha mostrado mucha parte del camino. Pero el buen camino, el de la paz, la quietud, el oír, sentir, respirar, mirar las estrellas y frenar. Es la persona más especial que conozco.
Quiero que sepas que todo lo que hablaremos en este sitio, esta basado en sus consejos y sabiduría. Algo pondré yo también, pero me ha pedido que no revele su nombre, cosa que yo ya sé, y no ponga fotos suyas, fotos que también nos hemos hecho juntos. Pero soy hombre de palabra y se la dí un buen día. ¡Eso sí! Tenemos sus palabras, que no tienen precios.
Te presento a Seda. Un hombre feliz y yo, soy su Gran Amigo.
“¿Qué es un amigo?. Una sola alma habitando en dos cuerpos.” Aristóteles.
Si has llegado hasta aquí, es que te ha gustado. Aquí puedes conocerle Más y Mejor. Espero que lo disfrutes.
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